Inmensa la moraleja espiritual de este video. Como padres, o madres, o trabajadores de la iglesia o de una compañía, ¡nos esmeramos en construir CATEDRALES!, que creemos que nadie verá o valorará, olvidando que: ¡Dios lo ve!, y también, que lo importante es la satisfacción de los que comparten tu entorno contigo. La moraleja de la catedral, es ¡la cura del egocentrismo!.